martes, 29 de octubre de 2013

Por qué y para qué...

Abro a partir de hoy este canal de comunicación, con la esperanza de poder ayudar a más personas en el duro camino de tomar las riendas de la vida propia y de asumirla en su totalidad, con lo bueno y lo malo que pueda tener.

Este es un blog para mujeres, que en el fondo surge con la expectativa de que algunos hombres también lo lean. Bienvenido pues, amigo lector. Tu sola comprensión de lo escrito aquí, será suficiente para alimentar la esperanza de que nuestros amores al estilo latino, puedan llegar a ser en alguna etapa de nuestras vidas, fuente de satisfacción, seguridad y paz.

A lo largo de mi ejercicio profesional, he tenido oportunidad de escuchar una y otra vez la misma historia. Mujeres enamoradas, entregadas, ilusionadas, que al cabo de un tiempo descubren que sus realidades sufren un giro inesperado (aunque predecible), para llegar finalmente como dice una querida amiga mía a "descariñarse".

Transcurren meses y años de sufrimiento, de merma en la estima personal, ni qué decir del tema financiero y peor aún, de un cansancio existencial que carcome hasta los huesos. Como si hoy en día cualquiera de nosotros saliera a la calle sin haber recargado la batería de su celular. A mitad del día se quedaría incomunicado.

Así sucede. Mis mujeres latinas, apasionadas, luchadoras, preciosas pero sobre todo tan valiosas, se quedan incomunicadas; con el mundo y muchas veces consigo mismas. Día tras día se van enredando en una especie de telaraña pegajosa que no las deja abrir de nuevo sus alas y alzar vuelo. Y se reseca esa telaraña. Se vuelve rígida hasta impedirles incluso respirar profundo.

Es un daño gradual, como hecho con filigrana, que poco a poco habrá que desmontar. Cuando hay hijos a bordo el camino parece aún más tenebroso y oscuro. Son años de incertidumbre; la peor de las emociones, porque no se sabe si es ira, dolor, depresión, inseguridad o qué cosa la que se siente. Es un hábito de vida. Malo por cierto, pero como todo hábito, termina ejercitándose inconscientemente.  

Quiero abrirte una ventana de esperanza, mujer latina. Hay maneras de desvincularse sanamente. Hay maneras de sonreír de nuevo. Hay maneras de lograr la tranquilidad económica que necesitas, de ordenar de nuevo tu vida, de establecer nuevos vínculos mucho más sanos. Hay manera de ser feliz.

Bienvenida amiga lectora. Esta es una ventana para ti.